Dormida, con la cabeza
apoyada en mi costado,
va soñando una limeña
con un río fresco y claro.
Sus mejillas de canela
recuerdan la serranía
donde su madre y su abuela
correteaban cuando niñas.
El carro por fin avanza,
ella aún dormida suspira:
"Mamita de mis entrañas
guíame desde allá arriba.
Protégeme madre santa."
En el cielo están que brillan
de ternura tres estrellas...
2 comentarios:
No me gusta demasiado la poesía religiosa, prefiero la metafísica, pero aún así siguen siendo palabras hermosas...
Besos y abrazos
La religiosa es la dormilona. La poesia en este caso es astronómica. No se si por tus cielos se vean esas 3 estrellitas en linea que llevan por nombre "las tres marías". A mi me gustan mucho. (son parte de la constelacion Cruz del Sur.)
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